Hoy os traemos este taller de masajes. Además de relajarnos y pasar un buen rato, este tipo de actividades refuerzan el vínculo afectivo y enseñan a los peques herramientas para estar en calma.
Debe ser un momento de paz, por lo que sería interesante buscar un lugar sin ruido ambiental, podemos bajar las persianas un poco y poner música relajante para crear un ambiente adecuado.
En primer lugar, os proponemos un masaje utilizando objetos como plumas (podemos encontrarlas en papelerías o tiendas de manualidades) o pelotas de tenis. Primero el niño o niña se tumbará boca abajo e iremos pasando la pluma o rodando la pelota por las distintas partes del cuerpo, desde la cabeza hasta los pies. Mientras podemos ir contando una historia, cuento o cantando una canción que le ayude a relajarse. Después ellos podrán hacer el papel de masajista imitando lo que hayamos hecho nosotros previamente.
Otra actividad que podemos hacer es este masaje con distintos animales:
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